Andalucía ha cerrado 2023 con un incremento del 52% de la potencia instalada de autoconsumo en un solo año, rozando los 1.000 megavatios (MW). Esto supone que las instalaciones de ciudadanos y empresas para generar su propia electricidad representan ya el 15% de la capacidad fotovoltaica en la región, que se eleva hasta los 6.207 MW al cierre del ejercicio, según los datos de la Agencia Andaluza de la Energía, entidad adscrita a la Consejería de Industria, Energía y Minas.
Actualmente hay en Andalucía más de 113.600 instalaciones de autoconsumo distribuidas por toda la región, lo que supone un incremento del 36% en el último año y una cifra que se ha multiplicado por 44 en los últimos cinco ejercicios. Por su parte, la potencia instalada ha aumentado en 321 MW en 2023 y se ha multiplicado por 119 en cinco años, hasta alcanzar los 940 MW. La evolución ha sido notable en el último lustro, ya que este tipo de instalaciones alcanzaban las 2.600 y aportaban 28,5 MW de potencia en 2019.
Este compromiso de los ciudadanos y las empresas andaluzas con la transición energética a través de las instalaciones de autoconsumo supone evitar la emisión a la atmósfera de unas 500.000 toneladas de CO2 anuales.
El despliegue del autoconsumo está repartido por todas las provincias andaluzas. Así, en Almería se localizan más de 8.300 instalaciones que suman 89 MW de potencia fotovoltaica instalada. En Cádiz son unas 14.800 instalaciones y 100 los MW de capacidad instalada, mientras que en Córdoba superan las 13.900 y alcanzan los 109 MW. En Granada, las instalaciones se sitúan por encima de 17.300 que suman 137 MW; son más de 6.400 y 54 MW en Huelva; superan las 11.700 y los 92 MW en Jaén; más de 20.800 y 153 MW en Málaga; y se contabilizan más de 33.300 instalaciones y 206 MW en Sevilla.
De esta manera, el autoconsumo ha contribuido a que Andalucía haya cerrado el año con un récord histórico de potencia renovable instalada. Y es que la región ha instalado 1.605 nuevos megavatios, lo que ha movilizado inversiones por valor de 1.625 millones de euros y la creación de unos 4.800 puestos de trabajo asociados a la construcción de estas nuevas infraestructuras renovables. De los nuevos megavatios renovables instalados el año pasado, la tecnología fotovoltaica fue la que más aportó (1.504 MW), seguida de la eólica, que sumó 101 megavatios a la capacidad renovable de la región.
El aumento el pasado año de potencia renovable se registró principalmente en Sevilla, Cádiz y Huelva, provincias donde se concentraron el 46% (738 MW), 24% (382 MW) y 14% (217 MW), respectivamente, de la nueva capacidad verde instalada. Tras ellas se situaron Almería, Granada y Málaga con un aumento del 4%, y Córdoba y Jaén con un avance del 2%.
Andalucía ha logrado así cerrar 2023 con un parque generador de energía eléctrica renovable de 11.803 MW, un 16% más que en 2022, habiéndose duplicado la potencia instalada con respecto a 2018 que se reparte por tecnologías de la siguiente manera: la energía solar fotovoltaica aporta el 53%, con 6.207 MW, mientras que los 161 parques eólicos existentes en la comunidad suman una potencia de 3.637 MW (el 31% del total).
Por su parte, la tecnología termosolar, con una potencia de 997,4 MW repartida en 22 centrales termosolares y dos experimentales, supone el 8% del mix renovable, mientras que 650 MW corresponden a centrales hidráulicas (6%) y el 2% restante procede de 38 plantas de generación eléctrica con biomasa y biogás, con una potencia agregada de 307,4 MW a los que se suman 4,5 MW de la tecnología oceanotérmica.
La potencia renovable instalada para generación eléctrica representa ya el 59,5% del total, manteniendo la región su posición de liderazgo en tecnologías como la termosolar y la biomasa, siendo la tercera en potencia fotovoltaica instalada. Además, Andalucía sigue manteniendo la primera posición en energía solar térmica, con la instalación en 2023 de cerca de 21.570 metros cuadrados para el suministro de agua caliente y/o climatización a hogares y empresas andaluzas. Así, en total, la comunidad dispone de más de 1.167.000 metros cuadrados de superficie solar térmica instalada.
A esto se añaden 139 nuevas instalaciones de biomasa térmica puestas en marcha el pasado año que hacen que Andalucía continúe siendo la primera región española en su aprovechamiento, al contar ya con más de 28.300 instalaciones de biomasa en funcionamiento para usos térmicos entre estufas, calderas, secaderos, generadores de aire caliente, etc., que suponen una potencia térmica instalada de 1.836 MW.
El Gobierno andaluz viene aplicando políticas para avanzar en la transición energética hacia un modelo eficiente, sostenible, seguro y neutro en carbono, que aproveche los recursos renovables y redunde en el crecimiento económico y la generación de empleo, contribuyendo al cumplimiento de los objetivos nacionales y europeos en materia de energía y clima.
La comunidad cuenta con la Estrategia Energética de Andalucía a 2030 en la que se recogen las 12 líneas estratégicas que se impulsan desde la Junta de Andalucía para conseguirlos, entre las que se encuentran fomentar el aprovechamiento de las energías renovables y el desarrollo sostenible de las redes energéticas; rehabilitar energéticamente edificios de empresas y hogares y su entorno urbano, prestando especial atención a los colectivos más vulnerables; mejorar la sostenibilidad y competitividad de la industria y del sector servicios a través de la eficiencia energética y el uso de energía renovable; avanzar hacia la movilidad cero emisiones, dinamizar la bioeconomía y la economía circular asociada al sector energético; o potenciar las oportunidades profesionales y empresariales que ofrece la transición energética.