El Gas Licuado de Petróleo (GLP) es una mezcla de butano y propano. Se obtienen mediante el refino del petróleo o la purificación del gas natural durante su extracción.
Este combustible también puede usarse en vehículos convencionales de gasolina mediante una sencilla transformación en un taller autorizado. De esta forma, se equipan con un dispositivo que le permite funcionar indistintamente tanto con GLP como con gasolina. Al almacenarse en estado líquido, ocupa poco espacio y tiene un rendimiento energético similar, por lo que mantiene las prestaciones del motor sin alteraciones. Su red de suministro es relevante. Lo que, sumado a un coste por litro hasta un 40% menor que el de otros carburantes, hace que su popularidad siga aumentando. Numerosas marcas están incorporando versiones de GLP a sus gamas de productos
Las ventajas de este tipo de vehículos son las siguientes:
- Reducción de la contaminación, menores emisiones de CO2.
- Ahorro económico, ya que es el combustible más barato que se puede encontrar en el mercado y de menor coste de mantenimiento.
- Reducción de ruido.
- Conducción más suave.