La Agencia Andaluza de la Energía, entidad adscrita a la Consejería de Empleo, Empresa y Comercio, ha participado en Madrid en una jornada organizada por ALINNE, la Alianza por la Investigación y la Innovación Energéticas, en la que se ha debatido sobre las tecnologías energéticas y su contribución a los sectores de especialización inteligente.
El director gerente de la Agencia Andaluza de la Energía, Cristóbal Sánchez, ha participado en una mesa redonda junto con representantes de Canarias, Castilla La Mancha y Extremadura, en la que ha expuesto el importante papel que el sector energético juega en la Estrategia de Especialización Inteligente de Andalucía, donde entre sus prioridades se encuentra el “Fomento de energías renovables, eficiencia energética y construcción sostenible”. Fundamentado esto en la importante trayectoria recorrida por la región, primera de Europa en la que se han implantado proyectos comerciales de centrales termosolares siendo líder en potencia termosolar en funcionamiento al contar con el 43% de los 2.300 MW instalados en España o la primera con mayor potencia eléctrica instalada con aprovechamiento de biomasa.
Por ello, el primer reto de Andalucía en su Estrategia de Especialización Inteligente es consolidar el liderazgo internacional de Andalucía en investigación y tecnología para el desarrollo de las energías renovables.
Los otros dos retos son lograr un crecimiento mantenido de los índices de eficiencia en el uso de la energía, con especial incidencia en la construcción sostenible, basado en la interacción del desarrollo tecnológico y una nueva cultura de la sostenibilidad y, como tercer reto, conseguir para Andalucía una red inteligente de transporte y distribución de energía, que, incorporando sistemas de almacenamiento, posibilite la generación distribuida y el avance hacia el balance energético neto.
Para la consecución de dichos objetivos, la prioridad 7 de la Estrategia de Especialización Inteligente de Andalucía “Fomento de energías renovables, eficiencia energética y construcción sostenible”, ha establecido 6 líneas de acción que van desde el desarrollo de energías renovables terrestres y marinas, las redes inteligentes de energía o los sistemas de alta capacidad de almacenamiento de energía, pasando por la eficiencia energética en empresas, viviendas e instituciones, la sostenibilidad energética en zonas rurales o los nuevos diseños y materiales para la construcción y los procesos sostenibles.
El director gerente de la Agencia ha destacado la “vinculación de dichas líneas con la política económica de Andalucía y con dos herramientas fundamentales como son la Estrategia Energética de Andalucía 2020 y el Plan Integral de Fomento para el Sector de la Construcción y Rehabilitación Sostenible de Andalucía”.
Andalucía también ha contado su experiencia en la gestión de fondos estructurales de la Unión Europea, concretamente del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), en el marco del cual, en el año 2014 Andalucía puso en marcha el Programa de Impulso a la Construcción Sostenible, mediante el que se apoyaron más de 36.400 actuaciones de mejora energética en edificios andaluces, con un incentivo de más de 164 millones de euros, los cuales movilizaron una inversión superior a 240 millones de euros. Dicho Programa resultó ganador de Regiostars 2015, premio que otorga la Comisión Europea para reconocer los proyectos más innovadores cofinanciados precisamente por los fondos de cohesión.
Cristóbal Sánchez ha incidido en “la necesaria coherencia entre el empleo de los fondos europeos con las políticas de desarrollo industrial y de especialización inteligente de las regiones”. Actualmente Andalucía tiene en marcha el Programa para el desarrollo energético sostenible de Andalucía, también cofinanciado con Fondos FEDER y mediante el que se van a destinar 227 millones en tres líneas de incentivo: Construcción Sostenible, Pyme Sostenible y Redes Inteligentes. Todo con el objetivo de fomentar las inversiones de ahorro, eficiencia energética y energías renovables que permitan aprovechar las numerosas oportunidades de mejora energética en los edificios, la industria o las ciudades.