Es muy fácil ahorrar energía en el hogar. Mediante unos sencillos consejos podemos reducir el consumo energético. Utiliza la energía de forma eficiente y solo la que necesites.
- Utilizando electrodomésticos y aparatos eficientes de bajo consumo de energía. La mayoría de los equipos domésticos disponen de una etiqueta energética que permite elegir los más eficientes.
- Cambiando bombillas incandescentes por otras de bajo consumo y lámparas eficientes o llevando a cabo sencillos gestos como apagar las luces cuando no son necesarias.
- Utilizando sistemas de climatización y calefacción energéticamente eficientes, como por ejemplo la instalación de calderas o equipos de climatización de clase energética A.
- Instalando energías renovables en el hogar: paneles solares para calentar agua, instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo eléctrico, estufas de biomasa para calefacción y energía geotérmica para suelos radiantes.
- Mejorando el aislamiento exterior de la vivienda, como por ejemplo mediante la sustitución de ventanas, tanto el vidrio como el marco, por otras con el mejor comportamiento térmico que te harán consumir menos energía.
- Instalando sistemas domóticos en el hogar que permiten controlar automáticamente, todos aquellos aparatos que utilizamos cada día: interruptores, aire acondicionado, equipos de música, televisión, lavadora, aspersores de riego e incluso la cafetera.
- Además, al comprar una vivienda puede elegirse aquella que tenga un menor consumo energético, consultando su certificado de eficiencia energética. Los edificios nuevos con alta calificación energética (clase A) consumen hasta un 60% menos de energía respecto a los de baja calificación (clase D).