Los aspectos bioclimáticos de un edificio son aquellas características constructivas, independientes de la calidad de los materiales de la construcción y de las instalaciones, que intervienen en el comportamiento energético de la misma.
Al construir o decidir sobre la compra de una vivienda es importante tener en cuenta aspectos tales como:
- La forma edificio: las estructuras compactas y formas redondeadas tienen menos pérdidas energéticas.
- Orientación: en zonas frías, los cerramientos de mayor superficie y zonas acristaladas deben estar orientadas al sur. En zonas cálidas, la superficie acristalada en las fachadas con radiación solar elevada (sur y suroeste) debe ser reducida.
- Cerramientos exteriores y envolvente: la disposición de toldos, voladizos, porches, entre otros, pueden evitar ganancias de calor de la vivienda, al igual que una adecuada orientación de invernaderos, atrios y patios permiten ahorrar en calefacción y refrigeración.
- Color: actuando sobre el color de fachadas o tejados, se puede ahorrar energía. Hay que tener en cuenta que los colores claros hacen que la vivienda demande menos energía en verano y viceversa.
- Paisajismo: los árboles, setos y arbustos adecuadamente colocados dan protección contra el viento y bajan la temperatura en verano.
- Iluminación natural: la orientación de la vivienda, el tamaño de los muros, los elementos de protección solar, etc. pueden favorecer el aprovechamiento de la iluminación natural y por consiguiente un menor consumo de energía.