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ESTRATEGIA ENERGÉTICA ANDALUCÍA 2020
10.1 Impactos sobre el desarrollo económico y el
empleo
Son reconocidas las oportunidades de generar crecimiento económico y empleo
mediante la innovación y el desarrollo de una política energética competitiva y sos-
tenible, especialmente cuando la producción de energía renovable y los proyectos
de eficiencia dependen con frecuencia de las pequeñas y medianas empresas. En
este aspecto, se incidirá de manera especial en conseguir que el esfuerzo público
realizado sea un detonante que provoque el máximo efecto en cuanto a
generación
de empleo,
rentabilidad económica y posicionamiento del sector energético an-
daluz,
en definitiva a
incrementar la riqueza generada en Andalucía.
La
disminución de la dependencia energética
por la que aboga la Estrategia Ener-
gética, permitirá reducir la factura energética de Andalucía toda vez se reducirán
las compras de combustibles en el exterior: carbón, petróleo y gas.
La totalidad de los programas que se planteen van a
favorecer
la
consolidación y
creación de empresas,
reactivando sectores como el de la instalación de equipos
de energías renovables y empresas de construcción sostenible; gracias a actua-
ciones en materia de rehabilitación energética de edificios y la adecuación de las
soluciones constructivas al nuevo concepto de
“edificio de consumo de energía
casi nulo”.
Durante el periodo de desarrollo de la Estrategia Energética se reforzará la figura
de las ESEs (Empresas de Servicios Energéticos); un esquema que ya se emplea
en la actualidad y que se conforma como un instrumento de gran utilidad para la
ejecución de proyectos de eficiencia energética y de fuentes renovables, por parte
de usuarios sin posibilidad de asignar recursos a estos fines y/o que buscan la ga-
rantía de los resultados energéticos.
El
impulso del autoconsumo
como un cambio hacia la producción descentraliza-
da de energía entraña numerosas ventajas derivadas de la utilización de fuentes
energéticas locales y de minimizar las pérdidas en transporte y distribución, con lo
que además se obtiene una mayor seguridad del suministro local de energía. Dicha
descentralización fomenta también el
desarrollo y la cohesión de la comunidad,
al
facilitar una fuente de ingresos y crear empleo a escala local, reactivando el sector