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AJ
ANDALUCÍA RENOVABLE
Elaboración de la publicación
Andalucía Re-
novable
, que ilustra la capacidad de nuestra
sociedad para adaptarse a una nueva reali-
dad, en la que han de aprovecharse de modo
eficiente los recursos existentes integrando
procesos productivos en la realidad territorial
y en su paisaje, y asentando un sistema ba-
sado en la renovación natural que no genere
emisiones contaminantes que no son acepta-
bles. Esta publicación es de gran interés para
organismos andaluces, empresas del sector y
principales agentes de relevancia en el ámbi-
to energético.
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La tierraYeLmar:
caLOr de HOgar
Pero la humanidad, que también es hija suya
, no puede quejarse, ni soñar
con unos padres más protectores y cuidadosos. El
Homo
más o menos
sapiens
que
hoy somos se gestó y pasó buena parte de su infancia en las cálidas entrañas de
Gea, las profundas y apacibles cavernas donde la temperatura se mantiene estable,
coincidiendo ésta, por lo general, con la media anual de la temperatura exterior
de la región. Y respecto a Poseidón, sólo hay que ver cómo las poblaciones han
florecido a su arrimo, desde las zonas tórridas a las polares, pues la proximidad
del agua del mar, con su inercia térmica, permite gozar de temperaturas moderadas
tanto en invierno como en verano, sin sufrir los extremos rigores del interior. “Tres
meses de infierno y nueve de invierno”: es un antiguo refrán castellano que resume,
con lacerante precisión, lo que sucede en los pueblos y ciudades de la España
mesetaria, que no tienen la suerte de contar con tan ilustre y templado vecino.
A diferencia de otras energías, que proceden directa o indirectamente del Sol,
la geotérmica se origina en el propio planeta, en cuyo núcleo, a 6.000 kilómetros
de la superficie, la temperatura alcanza los 5.000 grados centígrados. Del corazón
de Gea, pues, nos llega su calor maternal, que en ocasiones puede causar grandes
catástrofes, cómo se puso de manifiesto la madrugada del 24 de agosto del año 79
después de Cristo, cuando una súbita erupción del Vesubio, en el sur de la penín-
sula Itálica, aniquiló a 2.000 pompeyanos. Volcanes, fumarolas, géiseres y fuentes
termales son testimonios de ese calor interior, todos muy evidentes, pero también
lo son los movimientos de las placas tectónicas, imperceptibles para los sentidos
humanos, salvo cuando causan un terremoto (ver esquema p. 168).
Amedida que el calor asciende desde el núcleo y atraviesa las siguientes
capas, va perdiendo intensidad, lo que, visto desde la superficie significa que,
al profundizar en la Tierra, aumenta gradualmente la temperatura. A esta varia-
ción de la temperatura en función de la profundidad se la conoce como gradiente
geotérmico. En la corteza terrestre –los primeros 30 ó 40 kilómetros–, el gradiente
promedio es de 30 grados centígrados por kilómetro; es decir, que por término
medio se produce un aumento de 1 grado por cada 30 metros de descenso.
Los valores normales oscilan entre los 10 y los 60 grados por kilómetro, pero se
han llegado a medir gradientes de hasta 200 grados por kilómetro.
Punta Carnero, Estrecho de Gibraltar, Algeciras. Cádiz.
Gea y Poseidón: he aquí unos buenos padres. Es verdad que la
mitología les atribuye dos hijos monstruosos, Caribdis y Anteo,
que se dedicaban a devorar a los navegantes en el estrecho de
Mesina y a asesinar a los transeúntes por los desiertos de Libia,
respectivamente. Quizá no les educasen como es debido.
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Incluye textos de:
Kjell Aleklett
Felipe Benjumea Llorente
Jesús Caldera
Albert Cuchí
Jesús Fernández
Miguel Ferrer
Xavier García Casals
Carlos Hernández Pezzi
Domingo Jiménez Beltrán
Federico Mayor Zaragoza
José Manuel Moren Rodríguez
Fernando Prats Palazuelo
Antonio Ruiz de Elvira
Valeriano Ruiz Hernández
Albert Sasson
El decisivo papeldelaenergíaenel funcionamiento
de la sociedad urbana, industrial y de servicios
contemporánea necesita una profunda renovación.
Será preciso retomar principios de la sociedad
tradicional como la vinculación con el territorio,
los ciclos renovables de los flujos y de los inputs
o la gestión colectiva de recursos y necesi ad s.
Andalucía dispone de un valioso patrimonio de
conocimiento histórico sobre el aprovechamiento
energético de fluidos (aguayviento), de biomasa
y de la radiación solar. La riqueza de recursos
naturalesgeneradoresdeenergíadisponibl
seestá
utilizandoconempeñoparaconfigurarunsistema
autosuficiente y que no impacte en el medio
o desequilibre el ecosistema del planeta.
En nuestra región se han experimentado las
primeras aplicaciones de la tecnología actual
más avanzada, que reproducen, con soluciones
más sofisticadas y eficaces, los principios
tradicionales de aprovechamiento de las fuentes
renovables de energía. Los aerogeneradores de
Tarifa, la planta de Tabernas y las termoeléctricas
solares de Sanlúcar laMayoryFuentes deAndalucía
son ya iconos internacionales de una nueva forma
de obtener energía utilizando fuentes renovables
con un bajo impacto en el medio ambiente.
Esta publicación, promovida por la
Junta de Andalucía, ilustra la capacidad
de nuestra sociedad para adaptarse
a una nueva realidad, en la que han de
recursos existentes integrando procesos
productivos en la realidad territorial y
en su paisaje y asentando un sistema
basado en la renovación natural que
no genere emisiones contaminantes
que no son aceptables.
nueva realidad, con espectaculares
instalaciones generadoras de energía
eólica, de concentración de la radiación
solar mediante espejos en cilindros o
en torres elevadas o de conversión
de biomasa en electricidad o en
usos térmicos.
El tratamiento que se ofrece de las
diferentes áreas aspira a facilitar la
comprensión de lo que rodea a las
energías renovables, desde los recursos
y el territorio donde se localizan hasta
la historia y el conocimiento acumulados
en la tradición andaluza, pasando por
la experimentación en centros de
investigación, la inversión de las
empresas o la adaptación general
de nuestra sociedad a unmundo
que ya no puede comportarse como
si dispusiera de cantidades
ilimitadas de energía.
Mariné acentúa el empeño en hacer
fácilmente visible esta nueva realidad
de fotógrafos especialistas en elementos
construidos, como Fernando Alda, o
en el paisaje, como Javier Andrada,
o en el trabajo del ilustrador, Harvey
Simmons. A estemismo afán han
respondido la concepción y
coordinación de la obra por Juan
Requejo y la edición de textos por
Andrés Campos.