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            A
          
        
        
          Precisamente, el resultado de este compromiso por la sostenibilidad
        
        
          energética es que en 2013 disponemos de un tejido productivo y huma-
        
        
          no en esta materia que puede paliar las dificultades de otros sectores
        
        
          especialmente dañados por la crisis económica.  La política de la Jun-
        
        
          ta de Andalucía ha contribuido en todos estos años a que la potencia
        
        
          eléctrica de origen renovable se haya multiplicado por ocho en el pe-
        
        
          riodo 2000 -2012, y a que en España seamos líderes en energía solar
        
        
          térmica de baja temperatura, en termosolar, biomasa y capacidad de
        
        
          producción de biocarburantes. Además hemos fomentado la I+D+i  en
        
        
          esta materia, lo que nos ha permitido exportar tecnología, siendo un
        
        
          claro ejemplo la tecnología termosolar.
        
        
          Sin embargo, lejos de triunfalismos estériles, debemos reconocer que
        
        
          aún queda mucho camino por recorrer y que cualquier esfuerzo que
        
        
          hagamos por consolidar este modelo – de futuro muy alentador a nivel
        
        
          mundial –, es insuficiente si no actuamos todos a una.
        
        
          Por tal razón, no hemos podido compartir las decisiones estatales de
        
        
          completa paralización de los procedimientos de retribución y los in-
        
        
          centivos para nuevas instalaciones de producción de energía eléctrica
        
        
          a partir de cogeneración, fuentes de energía renovables y residuos.
        
        
          Esta paralización ha dejado en el aire 4.300 megavatios en instalacio-
        
        
          nes renovables ya priorizadas por la Junta de Andalucía, proyectos
        
        
          que tenían comprometidas inversiones por 12.000 millones de euros
        
        
          y que podrían generar muchos empleos.  Aún más, la paralización ha
        
        
          causado inseguridad jurídica, la peor señal que puede ofrecerse para
        
        
          ahuyentar inversiones y, con ello, creación de empleo.
        
        
          “El Gobierno de la Junta
        
        
          de Andalucía seguirá
        
        
          apoyando medidas que
        
        
          favorezcan el desarrollo
        
        
          sostenible energético
        
        
          de nuestra región˝